El templo de Santa María la Mayor es el resultado de un complejo proceso histórico que se ha ido desarrollando a lo largo de más de setecientos años, lo que ha provocado que el templo que hoy contemplamos presente una fisonomía ciertamente peculiar, ya que se trata de dos secciones yuxtapuestas, cada una de un estilo diferente – gótica y renacentista – a las que hay que añadir otras intervenciones realizadas en los años 40 del pasado siglo en estilo herreriano.


Esta peculiaridad queda ya manifiesta con la contemplación del exterior del edificio, apreciándose la considerable diferencia de altura que presenta la cabecera de la iglesia con respecto a las naves. La cabecera, que es la parte más elevada, se corresponde con la ampliación renacentista proyectada por Andrés de Vandelvira en el siglo XVI, mientras que las naves están edificadas en estilo gótico. Además, la fachada norte – la principal – fue remodelada considerablemente en el proyecto de restauración de 1944, abriendo los tres ventanales que pueden verse actualmente – aunque uno de ellos quedó cegado, sin ventana – y la capilla anexa del Sagrario.


Al exterior destacan las dos portadas: la septentrional, denominada Puerta de Santa María, es de estilo gótico, y fue realizada en el siglo XV. La meridional – la Puerta de San Pedro – es de estilo barroco, realizada en 1664, por Eufrasio López de Rojas. También destaca la torre. La parte inferior de ésta es de origen medieval y el campanario fue rematado en 1600.


En el interior se observa perfectamente la yuxtaposición de estilos y secciones. La parte occidental de la iglesia está formada por tres naves de estilo gótico, con pilares y bóvedas de crucería en piedra, fechada en el siglo XIV. El presbiterio y los brazos del transepto se corresponden con la obra renacentista, cubiertos con bóvedas de cañón con casetones, mientras que el crucero, también renacentista, se cubre con una bóveda baída. Entre ambas partes, se construyó una bóveda abocina decorada con yeserías como elemento de transición a principios del siglo XVII, cuando se dio por definitiva la paralización de las obras de ampliación que se había decidido en 1573.


Dentro del templo, la atención del visitante se dirige naturalmente hacia el conjunto del presbiterio, recinto en el que se desarrollan las celebraciones sagradas. En el espacio celebrativo destacan el altar – ara sobre el que se ofrece el Santo Sacrificio de la Misa y mesa del banquete eucarístico –, el ambón – o mesa de la Palabra, en la que se proclaman las lecturas de la Palabra de Dios y la homilía – y la sede presidencial, dónde el sacerdote preside la celebración actuando en nombre de Cristo. También sobresale el sagrario, en dónde se reserva el Cuerpo de Cristo para la comunión de los enfermos y para que los fieles puedan adorar al Señor a lo largo del día.


Al fondo del presbiterio descuella el espléndido retablo mayor, de estilo plateresco, formado por 22 tablas pintadas al óleo sobre tabla en el siglo XVI, por un autor relacionado con el círculo de Correa Vivar. Las tablas narran escenas de la vida de Cristo y de la Virgen María: abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada, Natividad de la Virgen, Presentación de la Virgen, Anunciación, Visitación de la Virgen a Santa Isabel, Nacimiento de Cristo, Circuncisión del Señor, Adoración de los Reyes, Huida a Egipto y matanza de los Inocentes; así como varias apariciones y milagros de San Miguel y profetas del Antiguo Testamento.


El retablo procede de la iglesia de San Miguel de Villarrabines, en León, y fue comprado por los Vizcondes de Santa Clara de Avedillo en los años cincuenta del pasado siglo para sustituir al anterior, de estilo barroco, que fue destruido en el incendio de 1936. El escultor granadino D. José Navas Parejo se encargó del ensamblaje y adaptación del retablo, así como de la talla del relieve de la Asunción de la Virgen – titular del templo –, del relieve del Espíritu Santo y de los medallones sostenidos por ángeles con la leyenda “Ave María”. El sagrario y el manifestador en forma de templete que lo corona, realizado en plata repujada, es obra de D. Emilio Navas-Parejo, hijo del anterior, y está fechado en 1958.


Bajo el altar podemos contemplar la urna de plata en la que se guardan las reliquias del Beato Manuel Lozano “Lolo”. Recientemente, el 4 de marzo de 2019, y gracias a la donación de D. José Yanguas, hijo de los oferentes del retablo, de una fotografía perteneciente al archivo de su padre, se ha podido conocer el aspecto original del retablo comprado por los vizcondes de Santa Clara de Avedillo en la iglesia de San Miguel de Villarrabines. La fotografía fue realizada por el fotógrafo de Benavente Pablo Testera. Aunque está sin fechar, tuvo que ser realizada antes de 1950, fecha de la compra del retablo.


Comenzando desde el presbiterio y hacia los pies de la iglesia, en el lado del Evangelio primero nos encontramos con el retablo de la Virgen del Carmen. La imagen de la Virgen es obra de Pío Mollar Franch, realizada a mediados del siglo XX, al igual que el retablo, obra de Navas Parejo. A continuación tenemos el retablo de San Isidro, obra de Navas Parejo, tanto de la imagen del santo como del retablo, y también ejecutado a mediados del siglo XX.


Posteriormente está la capilla de Santa Ana, que fue rehecha en la reconstrucción posterior a la Guerra Civil. Consta de un notable retablo marmóreo donde se venera la imagen de Nuestra Señora de Linarejos, obra de Víctor de los Ríos, que reproduce la imagen de la Patrona de la ciudad. También se venera en esta capilla una imagen de Santa Ana con la Virgen Niña, obra contemporánea de D. Alberto Chica. La capilla se cierra con una reja del siglo XVII. Esta capilla es panteón de D. José de Yanguas Messía y de su esposa, grandes benefactores del templo.


A continuación podemos contemplar la portada de la antigua capilla de la Santísima Trinidad, que no fue rehecha después de la Guerra civil. La portada es de estilo gótico isabelino, de finales del siglo XV o comienzos del XVI.


Una vez pasada la puerta de acceso al templo, nos encontramos con la portada de la antigua capilla de San Isidro, que, al igual que la anterior, no fue reconstruida en la postguerra. Es obra renacentista y está fechada en 1547. Enmarcado por esta portada se colocó un retablo con un cuadro pintado al óleo de San Pedro Poveda, obra de Dª. María García González (Magar), realizado a raíz de la canonización de éste en 2003.


Por último, a los pies de la iglesia está ubicado el retablo de la Oración del Huerto, en dónde se veneran las imágenes de esta Hermandad: Jesús orando en el huerto, obra de 1942 de D. Eduardo Espinosa Cuadros; María Santísima de Gracia, obra anónima de comienzos del siglo XX; y el ángel oferente, realizado en 2005 por D. Antonio Dubé de Luque. El retablo fue construido en el año 1998 y es obra del taller de los Hermanos Caballero de Sevilla, de estilo neobarroco.


En el lado de la Epístola, el primer elemento a destacar es la pila bautismal, de piedra labrada y datable en el siglo XV. Fue colocada en este lugar en los años 70 del pasado siglo, estando antes ubicada en los pies del templo. En esta pila fueron bautizados San Pedro Poveda y el Beato Manuel Lozano Garrido (Lolo). En el brazo del transepto está colocado el retablo del Sagrado Corazón de Jesús, obra neorrománica de mediados del siglo pasado, que cobija un retablo de madera moderno en el que se ubica la imagen de Sagrado Corazón. También se veneran las imágenes de San José y de San Antonio de Padua. También en el transepto podemos ver el retablo de la Virgen María de la Medalla Milagrosa, pareja del de San Isidro y obra también de Navas Parejo. La imagen de la Virgen, de madera policromada, procede de los talleres Granda.


A continuación está la antigua capilla de San Francisco de Paula, la única del templo que permanece en su estado original. Es obra de finales del siglo XV, de estilo gótico isabelino, con portada ojival con pináculos y cubierta con bóveda de terceletes. En ella se venera la imagen del Cristo del Perdón o de la Misericordia, notabilísimo Crucificado de madera sin policromar tallado por Víctor de los Ríos en 1960. En esta capilla pueden contemplarse sendos cuadros al óleo, uno de San Francisco de Paula, pintura napolitana del siglo XVII atribuible a Salvatore Rosa; y la “Visión de San Francisco en la Porciúncula”, anónimo sevillano del XVII inspirado en la obra homónima de Murillo. La siguiente capilla alberga las imágenes  de Jesús del Rescate, obra de D. Gabino Amaya realizada en 1948 y Ntra. Sra. De los Dolores, de D. Luis Álvarez Duarte, de 1982, titulares de la Hermandad penitencial de este nombre. La última capilla del lado de la Epístola es la de Jesús atado a la Columna y María Santísima de la Amargura. La imagen del Señor es obra de D. Luis Ortega Bru y finalizada por su discípulo D. Juan Antonio Ventura, en 1985. La imagen de la Virgen fue tallada por D. Luis Álvarez Duarte, de 1983. También se venera en esta capilla a San Juan Evangelista, de D. Jaime Babío Núñez realizada en 2006.


Por último, hay que hacer referencia a la capilla del Sagrario, anexa a la iglesia. Fue construida por el arquitecto D. Ramón Pajares Pardo en los años 40 del pasado siglo, dentro de la reconstrucción parcial del templo después de los destrozos de la Guerra Civil, ubicándola sobre la antigua sacristía. Es de estilo escurialense, de planta rectangular y cubierta con bóveda de cañón. En ella destaca la custodia procesional del Corpus, cuyos elementos más antiguos – los tres cuerpos superiores – son de 1596, obra del platero Tomás de Morales. También se venera en ella el espectacular conjunto escultórico de la Santa Cena, obra de D. Víctor de los Ríos (autor también del Ángel custodio), de 1956, y la imagen de Nuestra Señora de la Paz, del imaginero D. Luis Álvarez Duarte y realizada en 1991.




PLANO GUÍA

Leyenda: A.- Puerta Norte o de Santa María de la Asunción. B.- Lonja de Santa María. C.- Portada del Sagrario. D.- Torre. E.-Puerta Sur o de San Pedro. 1.- Presbiterio. 2.- Crucero y transepto renacentistas. 3.- Bóveda de transición entre la parte renacentista y la gótica. 4.- Naves góticas. 5.- Imagen del Beato Manuel Lozano y puerta de acceso a la sacristía. 6.- Retablo de Nuestra Señora del Carmen. 7.- Puerta de acceso a la capilla del Sagrario. 8.- Capilla del Sagrario. 9.- Retablo de San Isidro. 10.- Capilla del Ecce Homo y de Santa Ana. 11.- Portada de la antigua capilla de la Stma. Trinidad. 12.- Retablo de San Pedro Poveda y portada de la antigua capilla de San Isidro. 13.- Retablo de Jesús en la Oración en el Huerto y María Stma. de Gracia. 14.- Capilla de Jesús de la Columna, María Stma. de la Amargura y San Juan Evangelista. 15.- Capilla de Jesús del Rescate y María Stma. de los Dolores. 16.- Capilla del Stmo. Cristo de la Misericordia y San Francisco de Paula. 17.- Retablo de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. 18.- Retablo del Sagrado Corazón de Jesús, San José y San Antonio. 19.- Baptisterio